El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, fue aplaudido este martes por los congresistas cuando proclamó su apego a la Constitución que organizó la vida política del país tras el fin de la dictadura militar (1964-85), de la cual se proclama un admirador convicto.
"En democracia, un solo norte: el de nuestra Constitución", declaró el excapitán del Ejército en una sesión de conmemoración del 30 aniversario de la Constitución de 1988.
Bolsonaro fue invitado a tomar la palabra en esa ceremonia, en presencia del presidente saliente Michel Temer, de los jefes de la Cámara de Diputados, del Senado y del Supremo Tribunal Federal (STF).
En su breve alocución, de 140 palabras, invocó cuatro veces a Dios, una de ellas para retomar su lema de campaña: "Brasil por encima de todo y Dios por encima de todos".
En otra, le agradeció por haber "salvado" su vida, tras la puñalada en el abdomen que recibió en un mitin el 6 de septiembre.
Bolsonaro se vio obligado durante la campaña a desautorizar a su compañero de fórmula, el general retirado Hamilton Mourao, quien había adelantado la idea de redactar una nueva Constitución con un consejo de notables, prescindiendo del Congreso y de los electores.
"Nunca podrá admitir una nueva constituyente, incluso por carecer de poderes para ello. Si estamos participando en una elección, es porque creemos en el voto popular y seremos esclavos de la Constitución", dijo el 8 de octubre el entonces candidato del Partido Social Liberal (PSL), elegido veinte días más tarde en balotaje con 55% de los votos frente a 45% para el izquierdista Fernando Haddad.
El propio Bolsonaro tiene un historial de cuestionamientos a las libertades cívicas. En junio de 2016, afirmó que "el error de la dictadura fue torturar y no matar".
El presidente electo, que asumirá el cargo el 1º de enero, llegó por la mañana a Brasilia, para iniciar la transición. El miércoles, se reunirá con Temer.